sábado, 19 de marzo de 2016

MI FORMA DE AMARTE


Antes de que vuelvas a huir, a refugiarte en tu mundo y a tratarme con tanta indiferencia, te diré por fin cómo es de veras mi sentimiento, aquello que quería contarte, lo que tu alma sabe aunque tu boca te mienta.
La única forma en la que puedo amarte es desde dentro de mí, extrayendo todo lo que soy enfocando hacia ti, hacia tu corazón, diluyendo mi amor con el tuyo, creando así una energía nuestra, formada por nuestros dos seres, que ya eran uno antes de estar capturados en estos cuerpos...

No me pidas que dependa de ti, que muera de dolor si tú no estás, que demuestre mi amor sintiendo celos cuando sonríes a otras personas o eres amable con ellas, que me muestre débil para que tú te sientas fuerte, no me pidas que sea lo que no soy...

La única manera en la que puedo darte mi amor es siéndolo, siendo ese amor en mí, y permitiéndote a ti que lo alcances, que te empapes de él, que lo sientas en ti, que te invada, porque el amor que hay en mí soy yo misma, y si te amo, será sólo con todo eso que soy en mí.

No puedo ser otra cosa que no sea una presencia envuelta de un cuerpo físico, guardada temporalmente dentro de él, pero no encarcelada, no atrapada, sino vestida de él, con la posibilidad de desnudarme de mi atuendo humano y sentirme en expansión, sin limitaciones que me impidan existir en cada ser, porque pertenezco a la existencia total, soy la existencia, igual que tú, y si quieres que nos experimentemos amándonos dentro de estos trajes humanos, lo haremos, pues la consciencia así lo decidió antes de que yo te hiciera esta pregunta, antes de que tú me dieras la respuesta...

La única forma en la que puedo amarte es desde mi plenitud, desde mi amor hacia mí misma, desde mi incondicionalidad, así que si quieres ir de la mano conmigo, suelta los dogmas, suelta el deseo de poseerme, de sentirme parte de algo tuyo, porque no puedes agarrar al viento, y yo soy viento, no puedes creer que te pertenezco, porque el viento sólo se pertenece a sí mismo, y te diré algo más, tú eres ese viento y yo soy contigo una ráfaga que se une y deja de estar separada de ti...No existen límites que nos separen, querido ser que habitas en ese otro cuerpo, amado mío, existo dentro de ti y dentro de mí, y dentro de todo, y fuera de todo, y en la nada, pero yo, la existencia que está en mí y en ti, te escojo a ti, sí, a ti para amarte desde una pequeña experiencia de amor que abrazo desde la magnificencia...

Ayer fui frágil, creía que era sólo una débil semilla que apenas crecía, que nadie podría percibir, mas hoy he crecido entre todo aquello que me hacía daño, y mi tallo robusto me permite defenderme, y mis espinas están para demostrarme que soy fuerte, que sólo escogí este mundo para saber amar a pesar del dolor, trascendiendo el sufrimiento, sin esconderme, floreciendo cada día con más ímpetu, emanando la esencia que se me otorgó con este cuerpo a través del cual te hablo, te escribo, te cuento, te miro, te digo que no me pidas que sea lo que no soy, que entre en el juego de la seducción, porque simplemente, ya fui seducida por la vida, conquistada y amada, bendecida, y si quieres seducción tendrás que sucumbir a la mía, porque yo soy la seducción, soy la fuerza, soy la poesía, envuelta en una persona que te ama y que es todo eso con la osadía de entrar en tu alma y demostrarte que en ella está la mía...



No importará entonces si las barreras se levantan para evitar que te arranque la creencia de que la vida es lo que tu mente implica, lo haré, lo haré igual porque no fui yo quien decidió que eso sucedería, ni siquiera quiero hacerlo, pero la existencia así eso quiso, aunque yo me dé media vuelta y mi camino prosiga, ella, ella sí ella, será quien desde mi presencia, y en la distancia que en realidad no existe, te atrape y me agarre y nos una para experimentarse a través de nuestras pequeñas consciencias...

Así que, amado mío que te escapas de tus propias sombras escondidas, la única forma en la que puedo amarte es desde dentro de mí, extrayendo todo lo que soy enfocando hacia ti, hacia tu corazón, diluyendo mi amor con el tuyo, creando así una energía nuestra, formada por nuestros dos seres, que ya eran uno antes de estar capturados en estos cuerpos...

Y cuando lo entiendas, cuando te encuentres con ella, sí, con la existencia, con tu gran consciencia, sabrás qué era lo que significaba esta enmienda, este intento de que por fin ante mí así lo sientas...

Arael Elämä...

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