Antes de que vuelvas a huir, a refugiarte
en tu mundo y a tratarme con tanta indiferencia, te diré por fin cómo es
de veras mi sentimiento, aquello que quería contarte, lo que tu alma
sabe aunque tu boca te mienta.
La única forma en la que puedo
amarte es desde dentro de mí, extrayendo todo lo que soy enfocando hacia
ti, hacia tu corazón, diluyendo mi amor con el tuyo, creando así una
energía nuestra, formada por nuestros dos seres, que ya eran uno antes
de estar capturados en estos cuerpos...
No me pidas que dependa
de ti, que muera de dolor si tú no estás, que demuestre mi amor
sintiendo celos cuando sonríes a otras personas o eres amable con ellas,
que me muestre débil para que tú te sientas fuerte, no me pidas que sea
lo que no soy...
La única manera en la que puedo darte mi amor
es siéndolo, siendo ese amor en mí, y permitiéndote a ti que lo
alcances, que te empapes de él, que lo sientas en ti, que te invada,
porque el amor que hay en mí soy yo misma, y si te amo, será sólo con
todo eso que soy en mí.
No puedo ser otra cosa que no sea una
presencia envuelta de un cuerpo físico, guardada temporalmente dentro de
él, pero no encarcelada, no atrapada, sino vestida de él, con la
posibilidad de desnudarme de mi atuendo humano y sentirme en expansión,
sin limitaciones que me impidan existir en cada ser, porque pertenezco a
la existencia total, soy la existencia, igual que tú, y si quieres que
nos experimentemos amándonos dentro de estos trajes humanos, lo haremos,
pues la consciencia así lo decidió antes de que yo te hiciera esta
pregunta, antes de que tú me dieras la respuesta...
La única
forma en la que puedo amarte es desde mi plenitud, desde mi amor hacia
mí misma, desde mi incondicionalidad, así que si quieres ir de la mano
conmigo, suelta los dogmas, suelta el deseo de poseerme, de sentirme
parte de algo tuyo, porque no puedes agarrar al viento, y yo soy viento,
no puedes creer que te pertenezco, porque el viento sólo se pertenece a
sí mismo, y te diré algo más, tú eres ese viento y yo soy contigo una
ráfaga que se une y deja de estar separada de ti...No existen límites
que nos separen, querido ser que habitas en ese otro cuerpo, amado mío,
existo dentro de ti y dentro de mí, y dentro de todo, y fuera de todo, y
en la nada, pero yo, la existencia que está en mí y en ti, te escojo a
ti, sí, a ti para amarte desde una pequeña experiencia de amor que
abrazo desde la magnificencia...
Ayer fui frágil, creía que era
sólo una débil semilla que apenas crecía, que nadie podría percibir, mas
hoy he crecido entre todo aquello que me hacía daño, y mi tallo robusto
me permite defenderme, y mis espinas están para demostrarme que soy
fuerte, que sólo escogí este mundo para saber amar a pesar del dolor,
trascendiendo el sufrimiento, sin esconderme, floreciendo cada día con
más ímpetu, emanando la esencia que se me otorgó con este cuerpo a
través del cual te hablo, te escribo, te cuento, te miro, te digo que no
me pidas que sea lo que no soy, que entre en el juego de la seducción,
porque simplemente, ya fui seducida por la vida, conquistada y amada,
bendecida, y si quieres seducción tendrás que sucumbir a la mía, porque
yo soy la seducción, soy la fuerza, soy la poesía, envuelta en una
persona que te ama y que es todo eso con la osadía de entrar en tu alma y
demostrarte que en ella está la mía...
No importará entonces si
las barreras se levantan para evitar que te arranque la creencia de que
la vida es lo que tu mente implica, lo haré, lo haré igual porque no fui
yo quien decidió que eso sucedería, ni siquiera quiero hacerlo, pero la
existencia así eso quiso, aunque yo me dé media vuelta y mi camino
prosiga, ella, ella sí ella, será quien desde mi presencia, y en la
distancia que en realidad no existe, te atrape y me agarre y nos una
para experimentarse a través de nuestras pequeñas consciencias...
Así que, amado mío que te escapas de tus propias sombras escondidas, la
única forma en la que puedo amarte es desde dentro de mí, extrayendo
todo lo que soy enfocando hacia ti, hacia tu corazón, diluyendo mi amor
con el tuyo, creando así una energía nuestra, formada por nuestros dos
seres, que ya eran uno antes de estar capturados en estos cuerpos...
Y cuando lo entiendas, cuando te encuentres con ella, sí, con la
existencia, con tu gran consciencia, sabrás qué era lo que significaba
esta enmienda, este intento de que por fin ante mí así lo sientas...
Arael Elämä...
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