viernes, 25 de julio de 2014

SOÑANDO


Me instalo en tu alma danzando al ritmo de nuestro pulso, como fuego que se entrelaza y se descalza de la materia que somos con estos cuerpos finitos, cuerpos que son como murallas, y al traspasarlas puedo tocarte con mi amor eterno, con la dulce inocencia de la pureza de lo que hay dentro, inmaterial, etéreo, infinito, supremo...

Y te conozco desde hace tanto tiempo...

Al rozarte con mis dedos desdibujo el dolor que hay en tu rostro grabado profundamente como un sello que se cierne dominante entre tus destellos de luz parpadeante, puedo verlos. Veo tus luces bailando entre mis sueños, posándose en caricias sobre mis miedos, arrasando a mi ego, y la emoción de la niña que aún teme que la rechaces, se esconde tras la verdad, esa que me dice que jamás me abandonaste.

Sabes quién soy, me reconoces, me sientes y deseas que te cuente, que te explique cuánto tiempo te esperé y me buscaste, cuántas veces me derrumbé al no encontrarte, cuánto dolor hirió a este cuerpo vulnerable hastiado por no poder alcanzarte, cuántas lágrimas bañaron a mi alma cuando te llamaba entre silencios y espacios atemporales...

Por fin recuerdas que me amas, por fin te acercas y me llamas, por fin despiertas y me gritas que también me esperaste, que tu pesar se aligera cuando mi amor te llega, que realmente nuestro amor se posa suave para sanar lo que hace tiempo ensució nuestros corazones...
Olvidas el rencor, el miedo, y derribas tus muros, abres las puertas para que tu alma vuele en libertad sin que la retenga nadie.



Y en tus ojos hallo la calma, el viento, el sol y el mar profundo que nos une, que nos cubre y engalana, buceando en nuestro espacio, esa burbuja sagrada que es testigo del poder de nuestras llamas ardiendo entre los besos que traspasan los cuerpos físicos para hacer el amor con las almas...

Y un resplandor dorado se funde con nuestras manos entrelazadas...

-Te amo - dice tu voz callada mientras un remolino de amor se despliega por mi ser en un estremecimiento de energías que se mezclan y se aman como nunca un ser humano podría amar si no fuera porque está con su verdadero amor, con su verdadera llama...

Y esas dos palabras se repiten incensantemente entre ambos, mientras la espiral de fulgor eterno se desliza uniéndonos en un estallido de placer en nuestros chakras, en todos nuestros cuerpos unidos en una esfera luminosa, y estalla y estalla, brota y florece desprendiendo su aroma de chispas de amor que se dispersan como semillas que vuelan libres hasta tocar otras almas...

Mas cuando despierto del sueño de saberte entre mis brazos, cuando esta otra realidad se abre paso, veo tu rostro sufrido, perdido en tu propio olvido, y deseo no volver, quedarme en aquel paraíso, para no sufrir por tu silencio esquivo...



Aún tengo que sanar mis heridas por tu amor adormecido y comprender más allá de lo que en este mundo vivimos...
Estar preparada para ser como en mi sueño, un ser divino, capaz de despertar mi verdadera esencia para verme y comprenderme, para que tú puedas sentirme, y pueda así enseñarte quiénes somos ambos y por qué en la soledad me presientes...

Y si en la noche por un momento me sabes, me miras, me rozas en la distancia de nuestras mentes, tu corazón te hablará para que le escuches y para que comiences a fluir sin miedo hacia lo que no entiendes...

Fluye en tu camino y sueña, sueña, recuerda lo que eres, lo que siempre fuiste, ama lo que sueñas y despierta a ese sueño para que pueda cumplirse...

Arael Líntley

domingo, 20 de julio de 2014

DIOSA VIDA

Vuelan mis párpados antaño caídos, desmayados en el profundo miedo de estar vivos, ocultando a mis ojos la belleza de lo acontecido, el fulgor del brillo de las estrellas que se posan en mis pupilas a pesar de no haber podido ser testigo...
Y ahora que alzan sus alas y me abrazan al acertado sino, a la sublime realidad que no osaba contemplar cuando no la creía, cuando no la consideraba, cuando sólo conseguía nadar en dolor y en apego hacia lo que los demás consagraban, ahora, me baño en pétalos de luz sagrada, presencio milagros en cada gesto, en cada beso, en cada orilla de mi playa...

He conocido a la vida...

Se me ha clavado en la mirada, envuelta en las lágrimas de mi emoción extraviada, vencida por los temores de los dogmas de una sociedad apagada, desarmada de su propia fuerza individual, del amor, y en consecuencia, de la sabiduría de la colectividad armonizada...



He llenado mi copa de vida, del brebaje del universo, del hechizo incandescente del poder que sólo una diosa albergaría en lo más insondable de su alma, ritual de estrofas y versos surcando cada pluma de mis nuevas y radiantes alas, colmando mi corazón del amor más puro, límpido y hermoso que jamás haya sentido, amor a la vida, que me ha embrujado, que me ha enamorado abriendo mis ojos para poder ver cómo se dibuja un rezo, una historia, un comienzo, una fe vestida de velos que me muestran mis complejos, pues así los destierro, los venero como maestros certeros al enseñarme lo que sí tengo y descubrir que de nada carezco...

Y he comprendido que siempre estoy en lo cierto, crea blanco, crea negro, crea que todo es un desatino, un desafortunado esperpento, crea que todo es una increíble experiencia que se escribe a cada paso como un cuento...

La vida se asienta en uno mismo cuando la miras desde dentro...y te das cuenta entonces de que lo externo es un invento, hologramas de la mente que ha plasmado un mundo basándose en un patrón de miedos viejos, dudas de lo que somos y necesidad de seguir a un líder maestro que nos permita vivir en el silencio, acomodados pero sumidos en el caos que se cierne en nombre de lo que teóricamente es nuestro, suplicando el cambio cuando la metamorfosis está en tu pecho, tu esencia está marcando un ritmo, como un reloj que te va requiriendo, te pide que despiertes a tu mundo, para advertir por fin que la vida no es eso, que todo es falso, denso, y así liberarte de la mentira para ser de nuevo el cielo, el mar, el cosmos, el viento...

La vida es libertad, no es infierno, la vida es dulzura, no es tormento, la vida es respirar y ser, por ser y por existir, sin deberle a nadie nada por haber nacido, sin tener que pagarle a nadie por venir a este mundo tan retorcido...

Así que soy libre, vida en vida que se eleva y se divierte, que sonríe y que se siente, que se llena de más vida en cada elemento, sol, tierra, luna, aire, fuego de almas, de horizontes que florecen en cada amanecer sereno, siendo la vida misma encarnada en este pequeño y humilde cuerpo...

Arael Líntley