No,
no me alejo cuando digo que me inundo de mi esencia, mezclándome
con el aroma de jazmín que siempre me acompaña. No me voy de ti, ni
de mi, ni de la vida, sólo me adentro en la profundidad de la calma
que reluce feliz en mi alma, pues soy la viajera que bucea en lo más
hondo de su dicha, de su amor eterno, de su perfume verdadero, el que
da nombre a su música más hermosa y sabia.
No
me pierdo en mensajes fútiles y manchados con la mendacidad de una
mente triste y contaminada, no me embriago con el alcohol de la
desesperanza, mientras te pienso destructivamente, muriendo de dolor
porque no te encuentro, o no te tengo ahora abrazado a mí ,como
siempre soñaba,
No
lamento que seas ajeno a mi presencia mundana, no despliego mis alas
para sufrirte, sino para elevarme por encima de las mentiras que se
inventa una consciencia limitada, salto al vacío porque sé que soy
infinita y que puedo liberarme de las cadenas que antes me
atormentaban.
Y
mientras vuelo, surcando el cielo perpetuo que nace desde mi centro,
desde mi corazón, desde mi existencia perenne, que me envuelve y me
sostiene, que me ama y que me enseña que soy pura, se despereza una
bella melodía sonriente y vestida de dulzura, que se arremolina
entre los átomos de vida que sustentan a esta mujer que se descubre
cada día, más completa, más verdadera, más colmada del inagotable
bálsamo de su propia energía inmensa.
Así
que no, no me alejo, sólo me acerco a ti, a todo, a través de mi
universo, de mi camino interno, para explotar en amor desde mí,
desde mi centro, y lloverme en emanaciones en forma de gotas
diamantinas creadas con el verbo amar, pero no ése que se termina o
se confunde, no ése que bautizamos desde nuestra pequeña mente y
que nos aturde, no ése que no se sabe dar sin que se creen
condiciones, sino el que vino con cada uno de nosotros antes de
convertirnos en espectros vagos de lo que realmente somos, ése que
parte desde nuestra esencia divina y que se enterró entre recuerdos
y frases inventadas.
No,
no me alejo, me soy, me siento y me entrego a la vida para ser
siempre mi yo más certero, en ti, en mí, en todo lo que existe, en
todo lo que somos cuando el amor es nuestra base y nuestra
consciencia en este mundo alocado y ruidoso, en este mundo
incompleto.
Arael
Elama
Entrega muy completa la que nos dejas de palabras y voz. Gracias y felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.