miércoles, 9 de agosto de 2017

COMO AGUA SOY

Porque como agua soy, como agua vivo, como agua siento.

Fluyo en la vida de los sentimientos, surco veredas y las alimento, soy líquida, gaseosa y en ocasiones me vuelvo roca.

Soy frágil, casi etérea, pero tangible, transparente, y brillante cuando reflejo la luz de las estrellas, o el fulgor de esta luna que me trastoca.

Puedo romper la piedra, porque soy paciente, regia, mas soy delicada también en cualquiera de mis apariencias.

Oso acariciarte, limpiar tu cuerpo y tu alma de aquello que te pesa, de miedos que te acechan, para otorgarte la claridad de tu corazón que te busca y que en tus ojos se expresa.

Puedo ser fría, o cálida, porque puedo ser noche y ser día, nadie decide qué soy salvo mi propia esencia, así que soy remolino, ola, o río que cae en una cascada con toda la fuerza de su presencia.



A veces me dicen que soy inestable, pues no sigo siempre el mismo camino, porque me aventuro a probar el aire, la tierra y el fuego, volar como un ave, saltar como un niño, quemarme cuando me atrevo a hacer algo que no hice nunca y me arriesgo aunque no me acompañe nadie.

Porque como agua soy, lágrimas tengo, y mi llanto es la tormenta de mis escarmientos, amo amar y amo el amor eterno, me sumerjo en los besos perpetuos que dibujan mis pensamientos, mantras de amor son los únicos que me visten cuando soy yo de verdad, en lo cierto de lo más cierto.

Y si agua bebes, entonces debes saber que sólo si te entregas a lo que eres logras danzar bajo mares insondables, en el sorbo de tu pureza extrema, la que contiene tu evidencia más serena y más etérea.

Porque como agua soy, como agua escribo, con las gotas de la tinta de todos mis latidos, que se cubren del amor del universo esquivo, para nacer en cada verso, en cada escrito, en cada realidad en la que todavía ni siquiera he nacido, porque yo no nazco, porque yo no muero, porque como agua soy, me transformo, aparezco y desaparezco, pues sencillamente existo.

Arael Elama.