jueves, 1 de septiembre de 2016

NO ESTOY INSPIRADA

No estoy inspirada, tal vez porque hoy no he visto mi reflejo en tus pupilas, o porque la brisa del verano se me escapa y de nuevo tú te alejas con el suspiro de mi alma compungida, derramada en lágrimas por la tristeza que se me cuela entre sus grietas escondidas, que todavía subyacen dentro de mí dolientes como profundas heridas.

No estoy inspirada, y los árboles cantan para que sonría, las nubes danzan dibujando tu cuerpo y el mío, unidos, envueltos en el azul que decora su escenario, y el pequeño viento silva nuestra música para que te sienta conmigo sin que eso me duela, para que te recuerde toda mi vida.



No estoy inspirada, la poesía se ha dormido en tus manos y se ha escapado contigo, para viajar en tu pecho tranquilo y cubrirte de besos, de caricias, porque ella es parte de mí misma, y tú sabes que, si te alejas, esa parte de mí se pierde en tu horizonte para amarte mientras yo no te alcance y no te siga.

No estoy inspirada, lo lamento, mi querida musa, no vengas a buscarme, que hoy me siento confusa, perdida, y tu belleza hoy es sólo una intrusa que me castiga, que me devuelve al recuerdo de su ausencia, y me lastima, por eso, ves a reunirte con él, para que me escriba poemas, para que la magia se enrede en sus sueños en ese mundo onírico y se acuerde de que yo sigo aquí, viviendo sin su sonrisa.

No estoy inspirada, tal vez porque hoy no me he fundido en tus labios, o porque el otoño me avisa de que se acaban los días en los que esperaba tu regreso, y ahora, vestida de tu dulce sabor eterno, sólo confío, confío en que el universo nos acompañe y nos descubra por fin el uno al otro, entre estrofas de líricas palabras y melodías de amor perpetuo...

Arael Elama.

CUANDO ME MIRAS

Y cuando tus ojos se posaron en los míos, mi luna se desdibujó y un eclipse provocado por tu luz absorvió todos los miedos que siempre había guardado en el cofre de la desesperanza...

Ahora que anochece y que mi corazón se agita, que te busca incesante para abrazarte y dormirme escuchando cómo respiras, notando cómo tu cuerpo me cobija, sé que estás ahí, que siempre has estado, que nada puede separar de mi espíritu tu esencia, porque éste desprende tu aroma, porque tú emanas mi fragancia, porque mis besos llevan tu nombre, porque mis manos sólo acarician tu piel, porque mi cuerpo sólo se funde en el tuyo, porque en mi cielo brillan todas las estrellas para ti, para iluminarte, para que sonrías...

 Y es que tu sonrisa es el paraíso de mis sueños, tu voz es la suave brisa que cautiva al canto de mis melodías no nacidas, pendientes de vestirse de tu calma, para convertirse en música interpretada por tu alma, por tu presencia divina...

Siendo sólo humanos, percibo la suavidad de tus alas que se posan lentamente sobre las mías, porque este amor se desata de lo mundano, y nos convierte en dos ángeles que se aman en el infinito universo donde amarnos es lo más sagrado...


Si intentara definir cuánto te amo, o  de qué manera lo hago, sólo podría decir que amarte es la vida misma, eterna, amarte es vivirla, amarte es sentir que la magia es mucho más sublime cuando tú la miras, amarte es estar desnuda y no sentir pudor porque ante ti no necesito estar vestida, ni de atuendos que me escondan, ni de vestidos que te engañen, yo soy tu belleza y tu verdad despierta y tranquila, soy tu poesía, tu latido perpetuo, tu vida en mi vida...

Así que, eclipsa mis sombras, te lo ruego, así como tú lo haces, sólo con tu mirada perdida en la mía...


Arael Elama....