miércoles, 15 de febrero de 2017

DESDE MI ALMA

No, no me alejo cuando digo que me inundo de mi esencia, mezclándome con el aroma de jazmín que siempre me acompaña. No me voy de ti, ni de mi, ni de la vida, sólo me adentro en la profundidad de la calma que reluce feliz en mi alma, pues soy la viajera que bucea en lo más hondo de su dicha, de su amor eterno, de su perfume verdadero, el que da nombre a su música más hermosa y sabia.

No me pierdo en mensajes fútiles y manchados con la mendacidad de una mente triste y contaminada, no me embriago con el alcohol de la desesperanza, mientras te pienso destructivamente, muriendo de dolor porque no te encuentro, o no te tengo ahora abrazado a mí ,como siempre soñaba,
No lamento que seas ajeno a mi presencia mundana, no despliego mis alas para sufrirte, sino para elevarme por encima de las mentiras que se inventa una consciencia limitada, salto al vacío porque sé que soy infinita y que puedo liberarme de las cadenas que antes me atormentaban.



Y mientras vuelo, surcando el cielo perpetuo que nace desde mi centro, desde mi corazón, desde mi existencia perenne, que me envuelve y me sostiene, que me ama y que me enseña que soy pura, se despereza una bella melodía sonriente y vestida de dulzura, que se arremolina entre los átomos de vida que sustentan a esta mujer que se descubre cada día, más completa, más verdadera, más colmada del inagotable bálsamo de su propia energía inmensa.

Así que no, no me alejo, sólo me acerco a ti, a todo, a través de mi universo, de mi camino interno, para explotar en amor desde mí, desde mi centro, y lloverme en emanaciones en forma de gotas diamantinas creadas con el verbo amar, pero no ése que se termina o se confunde, no ése que bautizamos desde nuestra pequeña mente y que nos aturde, no ése que no se sabe dar sin que se creen condiciones, sino el que vino con cada uno de nosotros antes de convertirnos en espectros vagos de lo que realmente somos, ése que parte desde nuestra esencia divina y que se enterró entre recuerdos y frases inventadas.

No, no me alejo, me soy, me siento y me entrego a la vida para ser siempre mi yo más certero, en ti, en mí, en todo lo que existe, en todo lo que somos cuando el amor es nuestra base y nuestra consciencia en este mundo alocado y ruidoso, en este mundo incompleto.

Arael Elama