Larga
es la espera de mi caminar
envuelto
en cenizas,
en
fuegos que se apagan,
bellas
quimeras que emigran
hacia
un después que me alcanza,
que
se queda en inerte,
perdido
y hundido en la nada,
navegando
por mis heridas.
Mas
tras caídas y derrotas,
te
he buscado siempre sin cesar,
tratando
de verte, de soñarte,
de
hallarte en mis pupilas al mirar
a
través del horizonte radiante,
que
se levanta en mi despertar.
Noche
en mi noche oscura,
muerte
que muere y que llora,
mas
tú siempre renaces,
siempre
apareces en mi aurora,
y
cuando creo olvidarte,
te
despojas del olvido en mi alcoba.
Te
sigo buscando, amor mío,
ansío
a tu alma pura,
y
aunque rehuso anhelarte,
te
amo sin ninguna duda,
cruzando
sombras y desastres
mi
alma se eleva y es tuya.
Y
te des-busco y des-deseo,
para
vivir sin el frío
que
este invierno me causa,
porque
todo es aquí sombrío
cuando
tu piel no me calma,
porque
eres mi agua, mi río,
y
yo soy el mar de tu playa.
Arael
Elämä Araham
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