EXTRAÑARTE
Hoy
se me rompe la tinta
cuando
mi amor te escribo,
se
me borra la calma,
se
reescriben mis versos
sobre
la dócil almohada
cada
vez que te sueño,
con
el calor de las lágrimas
que
lentamente se derraman
cuando
te pienso y no siento.
Hoy
se me clava la daga
de
tu sutil indolencia,
se
me abre la herida
que
antaño sangraba
convertida
en el llanto
de
tu oscura inclemencia,
se
desnudan los miedos,
reaparecen
discretos
al
no hallar tu presencia...
Y
acontecen los hechos
como
sonidos y ruidos,
entre
la espesa bruma
de
mis silencios extintos,
avivados
con el sollozo
de
la locura de desearte,
lo
percibes, amor mío,
sabes
que al despertarme
no
soy más que el desastre
de
los ayeres y los mañanas
que
no alcanzamos unidos...
Y
es que el anhelo me marca,
las
alas que compartimos
me
pesan cuando tu vuelo
se
hace tan inconquistable,
y
te distancias de mi alma,
me
besas en un instante,
para
luego, tras un gemido
que
se ahoga en mis entrañas,
volverte
luna en mi cielo
y
así de nuevo ausentarte
brillando
fuerte sin olvido.
No
somos lo que quisimos,
ni
lo que otros aceptan,
ni
una pareja, ni dos, ni uno,
somos
un gran amor escondido,
lujuria,
pasión que se entrega
entre
ósculos inoportunos,
de
belleza, ternura y delirio,
de
caricias de nubes de seda,
en
la alquimia de lo más puro,
desanudando
todos los hilos
que
nos atrapan y nos enredan.
Hazte
vívido en la materia,
deja
que te acompañe,
sabes
que aún te extraño
desde
que vine a esta tierra,
deja
que sea tu ángel
para
soñar que tus manos
trazan
conmigo las huellas
en
este edén que creaste,
que
creé para amarnos
y
dibujar miles de estrellas
y
así salvarte, salvarme,
de
la ilusión de extrañarnos...
Arael
Elämä.
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