domingo, 20 de diciembre de 2015

AHORA

Ahora que te has ido, mi pecho se derrama en el sollozo de mi alma, que te llama, que te busca, que te aclama, porque tú has sido mi verdad, mi principio, mi eternidad, mi compañero más amado, el único amor que siempre en mí había vivido, callado, anclado en mis memorias infinitas, en mis células, en todo mi ser, que te respira, que te admira, que te venera, que se ilumina con tu sonrisa, con tus caricias, con esos besos que nos unían y fusionaban en nuestros mundos y dimensiones creados para amarnos sin límites, sin pretensiones...

Ahora que te alejas, mis ojos se duermen, se cierran, y ya no esperan poder amar a nadie más, porque tú has sido la cumbre de la experiencia del verdadero amor vestido de hombre, con mi piel de mujer envolviéndote en cada centímetro, en cada aliento, en cada vivencia, en cada mañana...

Y es que tus labios han sido el paraíso de mi boca, tu mirada el océano profundo donde te exploraba al hundirme en ellos, para después volverme loca de pasión cuando se nos escapaba el deseo de nadar en nuestros cuerpos, de tocarnos más allá de la materia que estábamos siendo...

Construimos juntos nuestro cielo, dulce amor de versos, de flores, de sosiego, para volar como ángeles y descubrirnos por entero, como humanos, como seres divinos, en nuestro gran anhelo de poseernos, o quizás, de ser uno uniéndonos, fundidos en nuestros corazones en una danza sensual que se mecía en nuestro empeño de concedernos el gran regalo de lo que significa estar en esta Tierra y querernos...

Ahora que la despedida se muestra como una tormenta sobre mi espalda, como una carga que no sé si sabré sostener, ahora que tus manos y las mías no siguen en su alianza y se desligan, ahora, ahora puedo decirte que, sin más, en esta vida, tú has sido y serás la llama que en mí se enciende y se queda prendida para el resto de todos mis días, y que te veré y te amaré en la esencia de todo lo que me rodea, de todo lo que a mi alrededor exista, porque tú y sólo tú eres un yo con el cual supe descubrirme y sentirme, comprenderme y hallarme...



Ahora que sé que te marchas todavía amándome, sabiendo que tú sientes lo mismo, mas que partir es lo que escoges para seguir un camino que ya pactaste, hace tiempo, antes de reencontrarnos en este destino, sólo te pido que me recuerdes, que no permitas que otros amores arranquen de tu alma a la mía, porque allí se queda, contigo, parte de mi esencia, y en mí parte de la tuya, porque así siempre fue, aunque tú al principio no reconocieras lo que somos, y no permitieras que el amor que buscabas te alcanzara desde dentro de ti hasta dentro de mí...

Ahora, comprendo, acepto, y yo también me entrego a la partida, me marcho, me alejo, porque el amor es respeto, y por eso, te prometo, amado mío, que seré feliz, que, aunque este amor será irrepetible, amaré, te amaré a ti en cada cuerpo, en cada beso, en cada universo, en cada rosa del jardín de nuestros sueños, en cada palabra tierna de quien me escriba como tú lo hacías en secreto, porque aun amándote con todo lo que soy y seré, entiendo que no puedo abandonarme, no puedo despreciar la vida, no puedo torturarme porque tú no quieras luchar por lo que nuestras almas gritan...

Ahora, no insistiré en que te quedes, alza tus alas, amor mío, y vuela, experimenta, siente, ama, ríe, y permite que todo lo que vivas te ayude a llenarte de ti mismo, para así honrar nuestra unión divina, que valga la pena la aventura, que sea bello lo que consigas, que el éxito sea enorme, que te amen como mereces, que aprendas, y cuando llegue el momento en que se marchite el cuerpo que nuestras almas habitan, me des la mano de nuevo, para volar hasta esos lugares que creamos con tanto amor cuando aún mis ojos reconocías...

Ahora... ahora te digo adiós, y espero que te nutras de la música de un nuevo amor para que cuando te escuche en mi interior gracias a nuestra eterna conexión, no pueda oír más tu dolor, sino tu felicidad compartida a través de tu corazón...

Arael Elämä...

No hay comentarios:

Publicar un comentario