Una
ola de miedos surcó la mañana para despojarme de las ilusiones
creadas para hallarle un sentido al mundo. Se llevó las marcas que
dibujaba para encontrarme, para reconocerme en mi verdadera esencia,
esencia de agua y de sal, bañada de pureza, vida, plenitud, esencia
de mar...
Y
me perdí en el viento, en su susurro marino, en la cálida brisa de
un verano eterno, colmado de dunas blancas, rocas porosas, cristales
que relucen en un jardín inventado por la imaginación de mis
sueños, posados en mis recuerdos, que vuelan entre las nubes
buscándome, sabiéndome lejos...
Se
me escapó un suspiro que se inspiró en el aliento de las rosas de
mi alma, en el bosque de ternuras en el que muchas veces me siento,
me hallo, me encuentro, danzando en mil enredos creados por mi ego
inquieto, juguetón y a veces perverso...
Una
ola de dudas cruzó el atardecer de mi océano cuando ya estaba
tranquilo, para agitarlo, para afanar lo que no es preciso, para
devolverme el impulso de lo que soy y he sido...
Y
me desmayé en mi existencia, para despertar en ella compungida por
mi ausencia de mí misma, por mi tolerada e inconclusa huida, no
acabada por mi anhelo de volver a mi pequeña isla, ser quien soy,
alma de lluvia, de viento y de brisa, libre como el aire que
respiras, que se posa en tus pulmones y te vive para después ser de
nuevo agua, lluvia, soplo de vida...
Se
me extravió el dolor de estar dormida e inconsciente de mis heridas,
y al desvelarme ante mis ojos pude verme, reflejada en mis manos
vencidas, mas con corage alcé mis alas para volar desprendida de mi
cautiverio, impuesto por mis pensamientos de mente adormecida, de
falso criterio, por fin brotó mi fuerza y me rescaté de la cárcel
de mis pesadillas...
Una
ola de amor se desvistió en el anochecer de mi océano cuando abrí
mi corazón a ser marea, paz, sombra, luz, noche, día, y abrazada a
todo lo que soy, sin excepciones, sin mentiras, descubrí que siendo
sol podía ser luna, que siendo llanto, podía ser risa, que siendo
furia, podía ser calma serena, que siendo sueño, podía ser
cualquier cosa que quisiera, y el deseo de ser río, mar, beso,
caricia, amor, ternura, resultó ser mi realidad más pura...
Y
mi sonrisa diseñó un nuevo horizonte teñido de dulzura, brío,
templanza, sigilo, para levantar un puente desde mi esencia hasta el
destino, un destino creado para ser amor desde mi alma, mi cuerpo, en
cada poro de lo que soy como materia, en cada gota de energía que me
sustenta, en cada mirada, en cada palabra, en cada verso escrito con
estas manos inexactas...
Se
me agrietó el corazón para que una estrella resplandeciente naciera
e inundara por entero mi yo, siendo ahora una humana extraña,
diferente de lo que era, desprendida de casi todo lo que aprendiera,
renunciante a que alguien me entienda o me quiera, mas convencida de
que el amor es algo que sólo quien ama de veras puede saber hacia
dónde te lleva...
En
mi océano soy mar, sal, delfín, coral, ballena, soy todo lo que
vive para ser completa, soy tú, soy yo, soy llama que arde tenaz y
discreta, dispuesta a existir, como las olas, como la orilla, como la
arena...
Soy
el cielo con todas sus estrellas, un universo donde soy todos los
planetas...
Arael...
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