martes, 2 de agosto de 2011

QUIERO SER UN SUSURRO, NO UN GRITO

Se cierne sobre mí la capa invisible de la neurosis, de la psicosis nocturna que me sobrecoge, me despedaza, me transforma en una fiera de aterradores rugidos que me arrancan las lágrimas del corazón. Mis manos intentan callar mi llanto, pero se aviva la canción del desasosiego, no quiero gritar, quiero ser un susurro.
Ahora ya voy camino del silencioso latido, lento, calmado. Me pongo en contacto con mi esencia, mi yo dormido, para poderme entregar a mí misma, huyendo de ese monstruo que protesta, que se araña el alma.
Que nada entorpezca mi paso tenue, mi cansancio no podrá vencerme, sólo siento desvanecerse la ira, mas mis pensamientos me torturan, me muestran mis errores reiteradamente, para desgarrar mis sentimientos, para desbocar mi sufrimiento…
Yo no soy esa persona que veo ante mí, no quiero serlo, mas allí me veo, así me siento, cruel conmigo, feroz con ellos.
Ellos… mis amores, mis pedazos compartidos, mis auras entrelazadas a mi ser, y a mi cuerpo. Con mi amor hacia ellos destruyo mi resentimiento, me perdono, pero me reencuentro con mis recelos, y de pronto profeso firmemente que no estoy preparada para atravesar las invisibles barreras que me distancian de mi autoconsciencia, de mi eternidad, esa que se halla en mi interior y que conoce el secreto de ser susurro.
Quiero ser un susurro que se escuche como un canto armonioso, que se entregue al amor puro y sereno, que se entienda como un regalo del alma que me posee…
Un susurro, y no un grito severo, un llanto de culpa, un error certero, una calma absurda tras una tormenta de miedos.
Quiero ser un susurro de música sutil, melodía que surca los sentidos para navegar entre los espíritus que anidan en nuestros vivos vestidos; una canción de infinita quietud, lenta, dócil, transparente, colmada de versos, de sueños, de mágicos sentimientos…
No quiero ser un silencio…
Mas no deseo ser un sonido necio…
Soy un susurro que indaga tus pensamientos, que se percibe como un cuento, que se adormece entre tus besos, mas que se olvida en un momento…
Soy un susurro que se abraza a sus sentimientos, que se desmaya como un beso, que se despierta entre sus sueños, mas que se escapa cuando no me tengo…
No me tengo, en ocasiones, me voy y me pierdo, me busco y no me encuentro, me asusto de verme volar con el viento… dando paso así a ese otro ser que no acierto a comprender, que se desespera y se entrega al dolor inmenso… ¿Dónde está mi ser? Por favor dile que vuelva, dile que me arrepiento, me arrepiento de haber renegado de él, de haber pensado que era frágil, débil, inútil…
Me echo de menos…
¿Dónde están mis sueños? 
Si cierro los ojos, si escucho lo que hay aquí dentro, aún puedo notar que un trozo de mí susurra: te quiero…
Te quiero Arael, no me dejes morir aquí dentro, soy yo, tu esencia, déjame florecer, permite que acaricie tus lágrimas para convertirlas en alegría, permite que transforme tus gritos en susurros de afecto y perdón, permite que cure tu ira y sea ahora sólo amor. Ten fe, ten fe, quiérete, renuncia a la autocompasión y hallarás la fortaleza que necesitas para ser mejor.

Arael

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