Vestida de luna etérea,
envuelta en mis velos
de atuendo de estrellas,
olvidando mis miedos,
abrazando mis huellas,
en tus sueños me invento
durante una noche bella.
Te imagino, me imaginas,
en silencio te doy todo,
contamino tus heridas
con mis besos, con mi modo
de curarte con mi vida,
con mi amor grande y hermoso,
que al mirarte te ilumina.
Tú me miras...
¿Me conoces, ser extraño?
Te inventé durante el alba,
reencontrando mis secretos,
fui tocada por tu alma,
hoy extraño los momentos,
en que mi refugio hallaba,
entre abrazos fuertes, lentos,
que del miedo me salvaban.
Ser real de de mis recuerdos,
¿dónde estará tu mirada?
Tal vez entre mis lamentos,
tal vez bajo mi triste almohada,
si la contemplo en el espejo
en mis pupilas se me clava,
si la diviso mientras duermo
al despertarme se me escapa.
Tú me miras...
¿Me conoces, ser extraño?
Te conozco; con dulzura
en mi pecho siento el beso
que desviste mi locura,
cuando manda el pensamiento
es amor que me tortura,
cuando manda el sentimiento
está lleno de cordura,
es confuso, no te miento,
mas domino mi amargura...
Aún me miras...
¿Me recuerdas, ser amado?
Si eres luz, si eres sabio,
sabrás entonces que mi esencia
se desprende muy despacio
para alcanzar tu presencia
y fundirse entre tus brazos,
perdiéndose sin clemencia
en tu corazón enamorado...
con mi eterna reverencia.
Soy tu yo, soy tu Ser,
¿Me recuerdas, dulce amor?
Soy quien te llama y te recibe,
soy quien te busca y quien te espera,
soy quien hallaste en el declive
de mi dolor bajo la luna llena,
soy quien comenzó a ser libre
ante tu amor entre mil guerras,
soy quien aún te escribe
y se hace música entre nieblas.
No añores, siente que estoy,
siente que llego a tu alma,
siente que eres, que soy,
siente que estoy en tu calma,
que resido en tu corazón,
que estoy viviendo en tus alas,
y que volamos los dos
para fundirnos en luz dorada...
Arael
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