lunes, 11 de agosto de 2014

TU UNIVERSO EN MÍ

Descansa en el regazo de la luna de mi alma para que pueda aguardar el momento de explicarte cuánto universo hay en mi existencia y cuánto de él hay en la tuya, manifestado como un susurro inalcanzable, infinito y recóndito de tu esencia completa y resguardada de la lluvia amarga de este mundo en tu interior. Contempla las estrellas de tu espacio y descubre la belleza de su luz y su delicadeza sublime que se refleja en tus pupilas cuando permites que el fulgor de tu deidad se eleve por encima de los muros de tu indeleble humanidad.

Despliega tus andanzas para que tus retos se revelen ante ti como humildes siervos de dulzura y resplandor, para que tus pasos sean vuelos en tus cielos de aventuras y despertares sacros que se posan en tus manos, preparadas para dar, para coronar de amor todo cuanto te rodee.

Desalienta la penuria y asciende en la longeva divinidad de tu alma pura, para ser el manto que cubre los huecos de la soledad incierta, la que se muere en mis pestañas cuando llorar es padecer el abatimiento de una vida que no ha nacido para ser una mentira.



Tu universo en mí se desenreda en estrellas y planetas que se vuelcan en la órbita de un amor eterno, un delirio humano que se deshace como el hielo cuando el fuego de tu esplendor fulgurante se hace añicos en mi pecho y en millones de partículas de cristal azul zafiro se disparan hacia tu corazón sediento de beberme, como ese mar que refleja tu consciencia y tu esperanza de nadar y bucear en el remolino de mis olas, mis corrientes submarinas que dibujan la grandeza entre nuestras almas nómadas.

Mi universo en ti se extiende en cometas, asteroides y en increíbles galaxias que danzan y cantan como ángeles de versos transparentes, entre poemas de palabras que te buscan tiernamente cada noche, para darte un mundo completo y pleno, traslúcido y sereno, adormecido entre tus sueños de verdades coherentes, de belleza celestial y sorprendente.

Eres mi universo en mí, soy la nave de los cuerpos que se hicieron, el punto de unión de los recuerdos que se habían dormido, el ancla, el timón y el capitán de la misión que por amor escogimos, soy tu ser en tu alma y en tu mente, soy tu brillo, soy todo lo que tú eres, somos un cosmos en dos cuerpos divivido, un perpetuo big bang que entre ambos explota sin apenas hacer ruido.

Arael...

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