¿Quién no desea creer en la magia? En los reencuentros inesperados con aquellos seres a los que amamos en tiempos que ya no recordamos... En ser capaces de sentir el amor en nuestro pecho como un dios eterno que irradia su luz por todo lo que somos, en cuerpo, en mente, en espíritu...en esencia... ¿Quién no desea creer en la magia?. En las señales que nos conducen hacia los destinos que nos marcamos hace eones y eones... En los amores infinitos que nos despiertan a la sonrisa, a la felicidad de nuestra alma que se viste con el atuendo de la gratitud por haber podido amar incondicionalmente...En la humildad de los seres que nos rodean y nos enseñan en este camino a veces duro, a veces extraño, a veces triste, a veces huraño...
¿Quién no desea creer en la magia? En los abrazos que nos colman de una luz infinita y nos despiertan a la divinidad... En despertar en el cielo sólo cuando el amor toca levemente tu piel, y te muestra tu verdad, quién eres tú en realidad...
¿Quién no desea ser esa magia? Ser la luz que llevamos dentro, ser el amor que aprendimos a sentir de manera intensa y hermosa, de manera libre, sin ataduras, sin apegos, sin miedos, sin peticiones, sin la locura de los celos...sólo dándonos a nosotros mismos, como se da el agua del río al océano...
Yo soy magia, yo soy cielo, yo soy viento, yo soy el amor que desprendo a través de mis ojos...Destapo este velo que me atrapa y vuelo...
Tú eres magia, tú eres cielo, tú eres sol, tú eres la estrella que brilla iluminando tu mundo entero...
Y sólo puedo agradecerlo...
En la nueva Tierra te espero...
Arael
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