En el silencio
de la soledad de este atardecer que me embelesa con su magia, con su fresca
belleza, se entremezclan las notas de un violín que me enamora el corazón con
su dulzura, con su embriagador sonido que despierta en mí a la musa de la poesía, a la diosa del amor
infinito, desperezándose así mi alma, amante de la música, de su lenguaje
eterno, frágil, pulcro… y poco a poco me posee con su asombrosa hermosura,
envolviéndome en su fragancia melodiosa… Soy nota, soy canto, vuelo en este
rincón desierto, me disipo entre tus sentidos, me escuchas, danzo entre las
cuerdas de la creación de un artista que eternamente se desnuda tocando lo que
su espíritu le dicta…
Cada nota que se desprende de la armoniosa sinfonía se
fusiona en mis células dormidas, las transforma, las convierte en un concierto
de acordes de esperanza y alegría… Amo ser parte de la partitura de esta
existencia, de este regalo que se creó a través del equilibrio del sonido de
los corazones que componen y hacen que un instrumento cobre vida…
Y sigo
escuchando el violín cautivada, seducida… asombrada por la sensación de haber
sido uno con esta linda melodía… No hay palabras, no hay nada que pueda
describir esta maravillosa dicha…
Arael
GRACIAS !!!
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