jueves, 16 de abril de 2015

BESARTE

BESARTE

Besarte...
Un paraíso anhelado,
una pregunta que me haces,
¿qué es para mí besarte?...

Es desaparecer en tus labios,
es deslizarme entre tus sueños,
navegar en tus orillas para bañarme,
para jugar y danzar sin prisa,

despegar de mis temores para
así entregarme al vuelo de tus sabios
aleteos en tu boca de agua clara,
perpetuo bautismo de tu risa,

que se distrae de tu beso dulce
al embriagarme del rocío de tu lengua,
para ser el viento que respiras,
para ser la magia que nos funde...




Besarte...
Un cielo que me urge,
una pregunta que respondo,
¿qué es para mí besarte, dices?...

Es morir en un gemido subyacente,
que se diluye entre tu alma
y el deseo de tenerte,
y nadar en tus entrañas,

para posarme en tus suspiros,
y despertarme en tus pestañas,
para morir en el quejido
del grácil ósculo que...,
me da la vida eterna,
cada vez que en la mañana
tu sol reluce en mi pecho
cuando me besas,
cuando me amas...

Y es que besarte es hundirme
entre caricias de un ángel...

Arael Elama
Eva Bailón B.

jueves, 9 de abril de 2015

LA MÚSICA DEL SER

LA MÚSICA DEL SER


Creo que soy injusta, sí, soy injusta cuando hablo de ti, de tus notas, de las melodías que acarician mi alma, de los sonidos que me embelesan y me elevan hasta mundos sin límites, mundos en los que mi espíritu danza en libertad, donde el amor es realmente el aire que se respira, la luz que nos ilumina, el agua que nos nutre y nos invita, nos convida a vivir, a ser...

Y si no hubieras nacido en la inspiración del corazón, alguien te hubiera hallado sin remedio algún día, es imposible concebir el mundo sin tu presencia, pues la misma naturaleza es como tú, te contiene, te expresa, pues su alma es rítmica, sonora, hermosa, infinita y excitante, como tú, música, que te esparces desde el cristal de la más pura esencia, porque eres el latir de la existencia, eres bella y eterna, eres el mar donde navegan los poemas, la clave de sol que se dibuja en mis ojos cuando te siento envolviéndome y apoderándote de mí, haciéndome ver la verdadera belleza...



Y así, entregada a las olas de tus halagos cuando me enredas entre tus melodiosos versos acompasados, me enamoro de ti, de tus idas y venidas, de tus surcos por donde transitan los recuerdos de algunas vidas, de tu voz que me cautiva, doblegando el pensamiento del dolor, sacudiendo lo que lastima, y dotándome de las alas que anhelaba para volar por encima de las ruinas de quien fui, para verme transformada, liberada de la cárcel que inventó mi inseguridad forjada con la mendacidad de la vida que se me escapa...

Gracias a ti se han desvanecido poco a poco aquellos miedos que me derrotaban, y en las batallas rudas y crueles contra mi propia mentira errada, me ayudaste a convertir mis cenizas agonizantes en partitura de palabras, estrofas fulgurantes, llameantes, en el versátil cuerpo sutil que ahora ante mí se hace presente y espectante de recorrer caminos nuevos, con la mirada al frente, cubierta por el todo, integrando polos opuestos para amarlos como tú me enseñaste...

Música poética del alma común del todo, música de los cielos que nacen desde mi pecho hasta lo más profundo de la tierra en la que mis manos pongo, música de luces chispeantes que conforman mi cuerpo, etérico paraje que borra el clamor por el sosiego, la aventura de lograr ser mejor, ser un ser humano iluminado por lo sagrado y lo imperecedero...

A ti, a ti melodía del amor sincero, perenne, completo, te dedico reverencias para servirte con una vida que vuela dentro de tu universo, sintiendo la grandeza de lo que soy, de lo que somos, de lo que eres dentro de nuestro núcleo, de nuestra verdadera condición de humanos cristalinos creados para amar como tú, desde ti, desde lo que llevamos integrado en el diamante que hay en nuestro ser interno...

Gracias...

Arael Elämä
Eva Bailón
Todos los derechos reservados

viernes, 3 de abril de 2015

REFLEJO

Dedicada a mi amigo Juan Alejo Estevez, por su sencillez, por su alma, por su humildad, por su amistad... 

REFLEJO...
Y su alma lloraba lo que su boca callaba,
y su corazón soñaba, lo que su mente,
cautiva de ideales imposibles,
dibujaba entre horizontes y albas...

Y su pecho brillaba como una estrella
con colores relucientes y sutiles,
su destreza entre sus manos era huella
de poesía y de amor impredecibles...

Y en su canto silencioso se entregaba
a los miedos que con fuego se encendían
para clavarse en su destino caprichoso,
como lanza, como flecha, como daga...

Caballero noble que se viste de lacayo,
que se aventura al mundo firme
enamorado del amor, herido, triste,
con poemas bellos impresos en su sayo...


Siembra bondad y se diluye en su cobijo,
yermo de sus sueños, mas valiente,
proclamando sus letras como entresijos
que nacen de su alma oculta y obediente...

Es vebo y es eterno, fulgor secreto,
sólo su esencia sabe cuánto ha sufrido
en la batalla de esta vida de esperpento,
mas de bondad y de ternura él es ungido...

Y su alma lloraba lo que su boca callaba,
y su corazón soñaba y sentía en el presente
aquellas momentos que creía irrepetibles
en el lánguido latir de su esperanza...

Y su pecho brillaba como una estrella,
otorgando estrofas hacia almas afines,
sigiloso amor hacia mujeres bellas,
aguardando a su ella en cielos sin confines...

Y mientras espera, escribe...
amante escriba de versos de trobador
que se expresa y que concibe
poemas cubiertos de albor...

Arael Elämä Araham...
Aroma de Cristal.

COMO GAVIOTA QUE VUELA

¿Alguna vez has sentido que eres una gaviota que viaja en su vuelo por encima del mar?

He recorrido tu isla, y en el camino te he perseguido bañándome del horizonte al atravesarlo para alcanzarte. He besado tus colinas, tus prados, tus ríos, y me he vestido de las olas de tu mar, dibujándome en tu orilla, salpicada de las gotas de cristal que desprendías entre espuma de agua y sal.
He sido gaviota pasajera, ave que pasa desapercibida pero que siempre se queda, pues aunque mi presencia sea invisible, es eterna, efímera y ligera, pero aun sonando incongruente, soy presente, mis raices se han anclado en tu mirada y si me alejo en mi vuelo intangible, reaparezco cuando menos te lo esperas.

¿Alguna vez has mirado al cielo y me has visto en todas partes mientras tu alma se expandía de amor sin tú saberlo?

He desatado los nudos de tu esperanza ahogada entre los miedos insensatos que me atacan, me apartan, mas yo, con mi empeño, me adentré con mis alas de gaviota hasta el centro de tu pecho, dentro de tu alma, oculta bajo los preceptos de tus pensamientos.
Y te hallé, desnudo, inquieto, translúcido por la pureza de quien eres, a pesar de tu hostil atuendo de guerrero intransigente, mas al volar en tu universo, descubrí tantas estrellas apagadas que tuve que encenderlas para avivar tu fuego.

¿Alguna vez te has preguntado si de veras hay un alma destinada a estar contigo para siempre?

He despertado entre tus sombras y no he logrado deshacerlas, mas sigo viva, entrelazada entre tus luces, entre tu esencia y tu ser, entre los gritos sordos de tu alma enamorada. Y sigo siendo parte de tu llama, parte de lo que vives y de lo que reclamas, verso etéreo que te susurra, que te abraza, descansando en mi propio cuerpo y al mismo tiempo, danzando en tu alegría cada mañana.
No voy a renunciar a lo que soy, pues sería ser otra, sería dar muerte a algo que es inmortal por su naturaleza extraordinaria. Así como el viento es y vive sin pertenecer a nadie, ni a nada, así soy yo, así es mi espíritu que te alcanza, mas sólo el amor puede ser tan fuerte, sólo él logra que vuele como gaviota y después me pose en tus pestañas, para impregnarme de tus pupilas mientras miras lo que más amas, lo que más admiras, lo que más te encanta.

¿Alguna vez pensaste que no existía y derrumbaste un sueño que en tu mundo humano no tenía cabida?

He desaparecido de tus sueños, de la lista de deseos que siempre guardaste en lo más recóndito de tu corazón sediento, mas eso no borra lo que sigo siendo, lo que existe no muere porque estemos ciegos, sólo sigue estando cuando no lo vemos, y ser aire que respiras no me otorga nada más que un privilegio, amarte por fuera y por dentro, ser tú, serte en tu cuerpo, en tu alma, en tu insondable universo. Yo sí creí que eras sólo un cuento, un invento, mas lo que mi mente piense no es relevante cuando mi esencia obra por su cuenta y vuela libre de mis cadenas inconscientes. No te busco, ni deseo hallarte, sólo deseo ser libre de mis tormentos, para volar con mi alma, para ser cielo, agua, tierra, rosa que florece y con la mariposa danza, sólo deseo amarlo todo, para no ser ya más esclava de los temores que me dañaron cuando creía que iba a ser rescatada. Mas no viniste, no fuiste tú quien rompió el yugo que me esclavizaba, fue mi ser, mi esencia, y el amor, el amor de mi ser hacia mi persona humana.



¿Alguna vez has sentido que eres una gaviota que viaja en su vuelo por encima de la opresión del miedo?

Yo sí, yo sí he sentido que vuelo a tu encuentro, sí he sentido que te siento en cada rincón de lo que contemplo, yo sí he sabido que hay un alma en la cual yo estoy nadando como en un océano de besos, mientras esa misma alma bucea sumergida en lo más profundo de mi espíritu contento, yo sí he dudado de lo que estaba sintiendo, mas esto sólo es un escrito, apología para mi amado, aquel que se ama tanto, que incluso sin haberle hallado es para mí lo más dulce y sagrado, lo más anhelado.

Y es que el amor más puro no ve ni pliegues, ni piedras, ni cuchillos, sólo ve lo único que es un alma, una luz de eterno brillo, verso de un poema eterno que sólo habla de lo mejor que un ser humano podría lograr ser, cuando su esencia se expande como aroma de cristal dentro de lo que es en sí mismo...

Arael
Eva Bailón B.
Aroma de cristal.