lunes, 30 de septiembre de 2013

ESTAS EN MI SEPTIEMBRE




Fugaz, siempre fugaz, como gota de lluvia otoñal que se me derrama entre los dedos, prestándome su aroma por unos momentos, salpicando mi alma con el amor efímero de tu roce húmedo en mis manos que desean atraparte y amarte para siempre...

Fugaz, intenso, perfecto, etéreo, pero siempre vivo, presente en mi espíritu, en el corazón que te nombra a cada latido, en los suspiros escondidos que te buscan entre los sueños dormidos...

Fugaz, perseguido por mi mente desesperada por tenerte, por poseerte, desterrada después porque el alma la calla, pues ella, sabia, te ama sin que estés físicamente, te ama aunque no te encuentre...

Fugaz, lejano, pero siempre apareces en septiembre...

Esa estrella de mi vida que siempre va y viene, espero que esta vez se quede...

Tal vez no me recuerdes, o hayas confundido mi esencia entre las flores de un jardín de amores encendidos, o tal vez me busques de manera inconsciente y tu corazón quedó cegado por tu mente en este largo recorrido...

Pero mi amor incondicional te entiende, te respeta, te admira, te siente, y mi ser vivió contigo tus dichas y desdichas, y sintió los besos que no fueron míos, y fue amado en cada mujer que amaste y en cada llanto encendido lloró contigo...

Te amo...Ser de mi Ser, amor que conozco sin haberte conocido...amor que me hace saber de ti más de lo que nadie ha sabido, porque te he vivido y he muerto en ti y he renacido con cada sufrimiento que has padecido...

Fugaz, extraño, mas siempre vuelves en septiembre...cuando las hojas aún no han caído...









Y es que hay algo en cada ser humano que va más allá de lo que vemos, más allá de lo que oímos, más allá de lo que percibe nuestro cuerpo limitado, algo que nos invade, que nos muestra nuestro camino, y en este viento de septiembre puedo escuchar tus latidos...




Tu fragancia se me clava en el alma, me indica que estás en algún lugar escondido, mas en cada otoño puedo tocarte mientras descansas adormecido...

Se desata en mí la impaciencia cuando te noto acariciar mi corazón aclamando que te halle pronto, porque el tiempo pasa y no te olvido, aunque no sepa de ti en este mundo de seres que viven sin estar vivos...


Arael...


BAJO LA MÁSCARA

Muchas veces, durante la noche, mi alma ha sentido la necesidad de salir al exterior, bajo el manto oscuro y estrellado que me ofrece la nocturnidad que tanto misterio entraña para mí. Así, observando con admiración lo que la naturaleza me muestra, la inspiración se apodera de mí con la fuerza de un huracán y desenreda mis emociones, mis pensamientos, mis reflexiones, trasladándome a otra dimensión, un lugar donde yo soy mucho más que una mujer, mucho más que una persona que no alcanza a comprender el funcionamiento de este mundo.
De muy joven, soñaba con volar libre, ser tan sólo lo que siento que soy, un alma llena de amor, de felicidad, un espíritu inocente que se adentra en la vida sin miedo, con ganas de triunfar, de entregar todo el amor que alberga en su pecho... Sin embargo, sólo me sentía libre cuando miraba el cielo, cuando me preguntaba si alguien más, alguien como yo, tal vez mi otra mitad, estaba también contemplando los luceros brillando y gritando que los descubriera, que los integrara en el alma, pues en ella existen igual que allí arriba son, fueron y serán...

La melancolía me embriagaba y me consolaba a la vez, sorprendiéndome en muchas ocasiones llorando bajo el anhelo del hallazgo de ese ser maravilloso que me enamoraría para siempre y que se liberaría de las ataduras de esta sociedad conmigo, para recorrer juntos un camino envuelto en pasión, amor, locura, libertad...
Tal vez soy y fui una nueva versión de las princesas de los cuentos de hadas, lo cual me parecía absurdo y ridículo, y de nuevo mi mente bloqueaba mis sueños, los condenaba, los sepultaba, porque ella, mi mente, se cree muy sabia, piensa que la vida es dura, que los seres humanos se ocultan bajo una máscara que cuando desaparece muestra una imagen totalmente diferente de la que interpretamos al conocer su disfraz y creer en él...
La inocencia no murió en mí, a pesar de las desilusiones, a pesar de la necesidad de cambiar el mundo...
Quise ayudar en ese cambio de diversas maneras, creía que en cierto modo, si ayudaba a una persona ya estaba contribuyendo a la transformación de la humanidad... Equivocarse es cosa de los seres humanos, seres que se desdoblan siendo a la vez lo que deben ser y lo que desearían ser, prevaleciendo ante todo lo que la sociedad dictamina, en lugar de ser lo que sus corazones anhelan ser...

Tardé un tiempo prolongado en darme cuenta de que sólo cambiando yo podía aportar mi granito de arena a este mundo que antes me parecía hostil, un mundo que me asustaba y del cual me refugiaba en lo que yo siempre llamé "mi cueva". Así que comencé mi camino, una senda hacia mí misma, donde fui descubriendo poco a poco que la tortura, la amargura, el dolor, la ira, la desesperación, la decepción, las creaba mi mente bajo un paradigma colectivo, el de la misma sociedad de la cual siempre me había apartado... Así que sin apenas advertirlo, me había convertido en uno de ellos, en un ser que se ocultaba bajo su propio antifaz para protegerse de los demás...sin embargo, también me negué la libertad...

Ayer, bajo la máscara, era un alma llena de amor para dar, triste por no poder hacerlo, y por no lograr conectar de alma a alma con los demás... El amor era algo externo, algo que no se enraizaba, porque no nacía desde adentro, porque se basaba en deseos de la mente, ya que pocas personas saben escuchar a su corazón, sino que más bien escuchan en su corazón lo que su ego le envía en forma de emoción, sentimientos sujetos a ese paradigma, programa mental que nos domina, porque estamos dormidos...



Hoy no hay máscara, ando desnuda ante la vida, sin miedo al dolor, sencillamente sin miedo a vivir... Y así, en esta libertad, siento que puedo volar envuelta en la luz del amor que me he aprendido a regalar, amarme ha sido el descubrimiento más hermoso que he podido realizar, amarme como deseaba que me amaran, sin excusas, sin peros, sin juicios, sin condiciones...
Y cuando miro las estrellas, la certeza de mi corazón me habla de que sí hay alguien ahí fuera, alguien como yo, mi otra mitad, alguien que se pregunta las mismas cosas que yo, alguien que desea amar, alguien que como yo se ama y desea amar intensamante a su alma gemela que le espera...

Arael...

jueves, 26 de septiembre de 2013

CAMINOS


He sido río que fluyó grácil y fugaz entre rocas, cascadas de hielo y calidez... Sumergida en esa fluidez me pregunté si yo era agua de ese río y descubrí ser una gota de mar que buscaba regresar a su lugar...

Y nací en la orilla espumosa de mi mar salado, azul, en la blanca playa iluminada por las dos lunas de mi alma...

Allí volví a mí, reencontrándome con una esencia purificada, pulida por los golpes de las piedras que en mi camino torpe bordeaba...

He sido luz entre una sombra que me espiaba, sin responder a su llamada, sin descubrir que su oscuridad me abrumaba... Y cuando mi temor se hizo amigo y me abrazó en mi noche olvidada, me entregué a mi verdad, a mi dualidad desterrada...
No soy luz sin mi sombra, no soy sombra si hay luz en mi corazón, que se ilumina como faro, como estrella admirada... Desplegué mi amor para besar al miedo que se escondía en mi calma...

Marqué mi camino con la tiza de una experiencia hermana, fue así mi paso acompañado, mas la senda se tornó extraña, y el mensaje que se me dio fue que otro rumbo tomara, y fui gota de mar alada, que voló hacia océanos que nunca vio, ni soñó que existieran..

Alma que se cobija en mi cuerpo, respira el aire que tú misma emanas!!!

En la soledad hallo mi fortaleza más ansiada...

Arael...