miércoles, 28 de septiembre de 2011

MUERO Y RENAZCO

Se me pierde el corazón entre tus latidos.
Se me halla la piel entre tus suspiros…
Se me estremece el alma entre tus labios…
Se me despierta la vida si me acarician tus manos…

Toco tu miedo y se me derrama el vacío
sollozando por tu amor, por tu cariño…
La desesperanza se acomoda en mi sueño,
se me engancha en la almohada junto a mi anhelo…

Se me desmaya el beso en el aire fresco,
se me pierde el amor entre la lluvia y el viento,
las gotas de agua son traducciones
de  lo que mi esencia grita aquí dentro…

Y te bañas con ellas en algún momento,
apartando el dolor y sintiendo en tu pecho
que vibro, que vivo, que siento,
bajo este mismo cielo azul y bello.


Se me desmorona la vida, se me escapa,
se me va la hermosa flor que me llenaba,
se abre espléndida y enamorada
para dejar su aroma libre en la madrugada…

Soy fragancia que vuela sutil hacia ti,
me respiras y vives quién soy feliz,
no sabes aún lo cerca que estoy,
me notas suave como una voz.


Se me acaba el tiempo, me voy,
me desprendo de mí, de mi yo,
me muero en una lágrima de perdón,
renazco en una sonrisa hecha de amor.

Soy quien soy, soy tu olor, tu son,
tu canto, melodía y tu razón,
tu dicha, amargura, tu gran amor,
tu miedo, alegría, tu mayor ilusión…

Se me despega el ego agitado
y luchando exhausto y desarmado…
Se me desplegan alas de ángel sagrado,
me elevo en tus brazos con nuestro amor coronado.


Arael

domingo, 18 de septiembre de 2011

EN LOS MUNDOS DIVINOS

En la oscuridad de la noche, entre los sueños que no son sueños, te acaricié el corazón con una suave sonrisa que se desmayó en mis labios. Pude mirarte, besarte, tocarte, pude atravesar tu alma, unir mi luz a la tuya, sentir que el amor no es como aquí nos enseñan.
Viajé a los mundos que siempre nos niegan, alzando mis alas para alcanzar tus anhelos, para rozarte con mi eternidad, con mi deseo ardiente de ser siempre tu parte más ansiada, de ser siempre tu abrazo, tu destino más hallado, tu mirada más recordada.
Vi tus lágrimas llorar mi partida, tus ojos cerrarse ante mi miedo, tus labios rogar que no marchara.
Mas hoy sé que soy tu infinito “te quiero”. Soy quien se fue y regresa cuando aprendió por fin que eres mi mayor y mejor “te siento”.

Aguardaste a que asimilara quien era, y al descubrir mi nombre, te hallé en todas las letras de mis palabras. Eres tú mi lenguaje, mi sentimiento, mi expresión más amada. Eres tú mi yo en una expresión algo opuesta, pero gratamente idéntica, eres tú mi alegría desnuda y rebosante de amor dulce y amante, amor de sueños, de magia, de besos álmicos y caminantes, de abrazos tibios y entrelazados en giros de luces bellas, de estrellas que se iluminan entre destellos de pasión desmedida, de deseos de hermosas metas elegidas, meditadas y pactadas para hallar más amor en las vidas, en todas nuestras vidas, y en las otras de quienes  como nosotros brillan.


Dame tu mano para dejar esta orilla, para nadar mar adentro entre las olas de espuma, de agua salada y fría, para sentir en los cuerpos la marca de nuestro hogar en una burbuja marina, para abrazarnos en uno y cantar con delfines la melodía divina de nuestra unión sagrada, de nuestra esencia unida….

ARAEL

viernes, 2 de septiembre de 2011

AMANDO DESDE DENTRO


Gotas de amor en mi alma

se desenredan para abrazarte,
para deslizarse por tu cuerpo
hasta alcanzar tu mirada.

Se derraman entre besos,
se pasean por tu piel
se fusionan con tu espectro,
se desmayan en tu ser.

Una puerta ya se ha abierto
vertiendo luz como llamas
de fuego de amor eterno,
buscando  volar con sus alas
para hallar tus ojos en el cielo.


Se abre para que entres,
para que amar sea mi credo,
para que siempre me recuerdes
para que mitigues ya mi miedo.

Atravieso ya el umbral
de los sueños ya dispuestos,
me dedico a predicar
tu nombre como un padre nuestro,
me disipo entre yo misma
y lo que tú estás siendo.

Descalza, sin dolor y sin recelo,
entro en la senda de tu vida
para que no me eches de menos.

Soy yo la señal de tus versos,
la verdad de tus locuras,
de tus viajes por el tiempo,
de tus desataduras,
del amor con desapego,
la señal de ser sin duda
una persona, un ser completo,
y una mitad que se clausura
atrapada en tus secretos. 

ARAEL